“Soy de nacionalidad colombiana. Llegué aquí el 29 de agosto del 2023 cuando me enteré lo de mi hija”. La comunicación entre nosotras siempre fue a cada momento. No había un segundo que no me enviaba un mensaje o que no me llamara. En la noche del jueves noté que no había escrito, pasó el viernes y no me respondió en todo el día, el sábado tampoco recibí respuesta.
El domingo al mediodía estaba almorzando y me hicieron una llamada, yo pensé: “Qué raro, este número no lo conozco”. Cuando contesto me dicen: “Usted es la mamá de, pero me dijeron otro nombre,… no me acuerdo si fue Gisell, algo así” y yo le dije: “No, está equivocado” y le corté. Me volvieron a llamar, del mismo número y me dijeron: “¿Usted es la mamá de Aleska? (el nombre de mi hija antes de su transición)” y yo respondí: “Sí, ¿por qué?”, “Su hijo está detenido” y yo: ¿cómo, en dónde?”, “No sé, está en Ecuador, pero está detenido”. No me respondieron más, devolví la llamada y no me respondieron. Eso fue el 23 de agosto del 2023.
Me contacté con una amiga de Aleska. Ella me pasó un video de mi hija diciendo que estaba detenida y que el abogado le decía que pedían 4000 dólares para darle su libertad. La amiga me dijo que iba a colaborar. Yo no tenía posibilidad para comprar los pasajes, ella me los compró y con eso llegue hasta acá.
Cuando estoy acá en Guayaquil mi hija se pudo comunicar por medio de un teléfono y me dijo que estaba detenida, que no quería que yo viniera para acá, que no quería que supiera para que yo no pasara por todo lo que yo estoy pasando y le dije: “Bueno, ya estoy aquí, yo no te voy a abandonar, tú eres mi hija y tengo que estar contigo”.
Una amiga de mi hija me dijo mi hija tiene VIH. Esto mi hija no me lo había contado. Un día la fui a visitar, pude entrar porque me anotó, me senté con ella y le dije que me dijera la verdad. Me habló de otras cosas pero no de su enfermedad, luego por llamada insistí y le dije: ‘Aleska, dime la verdad, por qué no me has dicho sobre tu enfermedad, tengas lo que tengas yo tengo que aceptarte como eres; si tienes esa enfermedad, yo tengo que apoyarte, yo no te puedo abandonar”.
Estando acá una señora que me fue a visitar me dijo que yo puedo ir a Fiscalía. “Vaya y averigüe el caso de su hija”, me dijo la señora. Yo me fui y hablé con la asistente de la Fiscal y le comenté mi caso, le dije que ellas eran una mujeres trans y que la tenían en el lado (pabellón) de los varones de la Penitenciaría. La asistente me dijo que ellas no tenían que estar ahí, ellas tenían que estar en la (pabellón) prioritaria, y le dije que estaba enferma y ella me dijo que debe salir de ahí, tienen que tenerla en prioritario.
Antes de que pasara esto del conflicto armado, yo tenía más comunicación, yo podía entrar, yo podía verla. Ahora no me dejan pasarle ropa, yo me llevo este suéter, se lo dejo adentro y me traígo uno viejo. Ella no tenía chanclas, yo me llevaba unas chanclas puestas y me traía unos zapatos rotos. Todo allá me sacaba para que pudiera tener ropa porque no dejaban pasar ropa y de mujer menos.
La idea de nosotros no es tener una hija detenida y más que estoy en un país extraño. Estaba como un poco más serena, no como ahora, porque ahora les están maltratando demasiado, les cortaron el pelo, le dijeron que se tenían que quitar los senos, las golpean hasta decir ya no más y más por ser mujeres trans.
A todo el que sale ( de la Penitenciaría) yo le pregunto en qué pabellón estaban y algunos la conocen y me dicen: “A ellas la golpean demasiado porque son trans”. Anoche salió un muchacho, el chico me buscó y me mandó a decir que mi hija estaba muy adolorida por los golpes y está muy flaca. Les dan pan y agua (lo dice entre sollozos), que las mojan, que si están acostadas les echan agua, no tienen ropa, tiene aquí puesto (señala una parte del cuerpo) un pedazo de sábana y un bóxer, no tiene nada de ropa, está descalza, todas están así descalzas.
Yo digo que está bien, que entraron los militares, que hicieron la limpieza, pero no los maltraten porque ellos no son animales, ellos no son animales… Yo lo que quiero es que mi hija salga de ahí, porque si esto sigue así mi hija no va a salir viva”
Testimonio registrado en la sede del CDH el 1 de febrero del 2024.
Ver corto documental testimonial “Mujer Trans sufre tortura en prisión” (CDH, 6.2.2024, 5minutos28segundos)
Sinopsis: El 1 de febrero del 2024 el CDH registró el testimonio de Ana, mujer colombiana, que llegó a Ecuador en agosto del 2023 al enterarse de que su hija Aleska, mujer trans, se encontraba en la Penitenciaría del Litoral padeciendo una enfermedad catastrófica.
La situación de la mujer trans se agrava al encontrarse en una cárcel para hombres, sin acceso a medicamentos y ocupada por las Fuerzas Armadas que practican tortura de forma sistemática y colectiva a los prisioneros. El caso de la hija de Ana no es el único.
Ver video aquí: https://www.youtube.com/watch?v=pz3zy7fJZdg&t=10s
Denuncia de violación sexual sufrida por mujer trans por parte de militares en la Penitenciaría del Litoral.
El 26 de febrero del 2024 durante la audiencia de Habeas Corpus Correctivo, presentada por el CDH, por restricción de acceso a atención médica de personas privadas de la libertad en la Penitenciaría del Litoral, la mujer trans Aleska denunció ante el Juez violación sufrida por parte de agentes militares el 15 de febrero del 2024 en la Penitenciaría del Litoral. A continuación fragmento de la denuncia:
“Buenas tardes, señor Juez. Yo me identifico como una persona trasnsexual. Tampoco exijo que me traten como mujer ni nada. Yo no solo fui agredida y utilizada por las fuerzas militares, yo fui violada y me sacaron al hospital. Me tenía en una celda que se llama “íntima”, donde encierran a la gente y no salamente a mi, sino a los otras cuatro transexuales (en la Penitenciaría).
No solamente fui violada por cinco hombres, tambien me hicieron pusieron hacerle sexo oral y fui escupida. Me cortaron el cabello porque yo nunca me quise hacer el corte de cabello. Para ellos soy un hombre y le muestro mis partes (le muestro los gluteos y la espalda que tiene golpes)…”
Este fragmento del testimonio consta en el acta de la audiencia transcrita, como en el registro de audio de la misma audiencia.
El 29 de febrero del 2024 el CDH presentó denuncia formal ante la Fiscalía Provincial del Guayas por el delito de violación.