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Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos

Alberto

 

Yo, Alberto Yepez Hidalgo, ecuatoriano, con número de cédula 0910007848, de oficio comerciante, ante usted denuncio los siguiente:


Mi sobrino de nombre Christian Abal Balseca Hidalgo, ecuatoriano, con 36 años de edad, con número de cédula 091875391-4 se encuentra internado en la Carcel Regional N° 8 en Guayaquil con grave estado de salud sin que exista atención médica necesaria y que nos hace temer por su vida.


Mi sobrino fue privado de la libertad el 31 de agosto del 2012 acusado de delito del drogas dentro del proceso judicial n° 2012-0864 y sentenciado a 10 diez años sobre la cual tiene una rebaja a seis años de pena concedida por la Corte Provincial del Guayas el 11 de noviembre de 2014.


Inicialmente él fue recluido en la Penitenciaría del Litoral y manifestaba de problemas de salud. En Agosto de 2015 me envía vía telefónica fotos de erupciones en sus extremidades. Aproximadamente en el mes de septiembre de 2015 fue trasladado a la Cárcel Regional N°8 e internado en el Policlínico de Mínima Seguridad de la Cárcel Regional con síntomas de adormecimiento del brazo izquierdo, enrojecimiento de su rostro y se le brotaba vena en la frente.


El 15 de octubre de 2015 presentamos pedido a la Directora de la Cárcel para que sea trasladado al Hospital de Lea o al Hospital Universitario debido a que su estado no presenta mejoría. él nos decía que se sentía sin respiración y debilidad hasta el desmayo.


a finales de octubre de 2015 registramos el agravamiento de su situación de salud que obligó su traslado al Hospital Neumologico Alfredo J. Valenzuela (LEA). En este centro de salud, los médicos me dijeron que “lamentablemente el paciente tenía sus pulmones completamente colapsados y solo un 20% de sus pulmones están funcionando al parecer por el consumo de drogas”. Dijo además que “el paciente podía fallecer en el lapso de 5 horas.”


Mi sobrino estuvo en la sala de emergencia en LEA en estado de coma durante 2 días y luego permaneció 2 semanas en cuidados intensivos. Luego fue trasladado a la sala de recuperación del mismo hospital.


Aproximadamente a mitad de enero fue trasladado al Pabellón Prioritario de la Cárcel Regional. Cuando fui a visitarlo a mi sobrino noté que él no podía mantenerse en pie por cuenta propia, necesitaba la ayuda de otros internos. Además, noté que tenía problemas de pérdida de memoria.


Pedimos a los trabajadores sociales de la cárcel para que lo examine un neurólogo. Sin embargo, estos pedidos no fueron escuchados. El 6 de mayo fue trasladado al Hospital Universitario hasta el jueves 12 de mayo de 2016. Al día siguiente, el viernes 13 de mayo de 2016, acudo a la cárcel para ver a mi sobrino y varios internos del área de pos operatorio de la cárcel le habían reclamado a la trabajadora social del centro porque esa área no era apropiada para mantener a una persona con tuberculosis. La trabajadora social le había dicho que “él sabe lo que hizo, déjalo nomas que se muera”.


Por todo lo narrado, mi hermana y yo consideramos que mi sobrino no tiene la atención médica que requiere. Mi sobrino posee una enfermedad catastrófica adquirida dentro de la cárcel, su estado de salud no ha sido atendido como se requiere y se ha agravado cada vez más hasta temer por su vida. Sentimos una recurrente negligencia de parte de las autoridades de la cárcel que han negado el Derecho Humana a la salud a mi sobrino.


Recurrimos a ustedes, señores del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos para que nos ayuden a solicitar atención para el caso de mi sobrino.


Guayaquil, 20 mayo 2016

 

ver video grabado el 1 de junio de 2016

http://bit.ly/1UhRZiy