El Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos hace un llamado abierto a otras organizaciones de Derechos Humanos y a hombres y mujeres amantes de la Paz a unir su voz frente la grave situación que atraviesa la nación venezolana signada por carencias y violencia que afectan y vulneran sus Derechos Humanos. Hemos observado con preocupación extrema el sostenido y creciente deterioro de las condiciones de vida y convivencia social en Venezuela y, frente a esta situaciòn, hoy no nos quedamos inmóviles e indiferentes.
Expresamos al hermano pueblo de Venezuela la solidaridad de los habitantes del Ecuador sentida al verlo enfrentado violentamente en un espiral que solo deja muertos, heridos, detenciones y temor extendido sin distinciones. No hay manera de minimizar u ocultar el sufrimiento que hoy siente el pueblo venezolano, especialmente expresamos nuestro profundo respeto a las familias de las personas fallecidas y heridas de los bandos enfrentados.
Condenamos enérgicamente las manifestaciones de violencia provenientes tanto de la oposición como del Gobierno y sus organizaciones afines que se repiten diariamente en las calles, y cada vez con mayor virulencia, en contra de la vida y la integridad de sus semejantes. Estas manifestaciones violentas no representan de ninguna forma el ejercicio legítimo de reclamación de Derechos Humanos; la vía de la imposición violenta desconoce el espíritu de la Manifestación Pacífica, el Estado de Derecho y los medios civilizados de canalizar reclamaciones.
Saludamos iniciativas como la del Papa Francisco, revestidas de sólido prestigio moral, y exhortamos a todos los sectores sociales y políticos a participar en ellas hasta encontrar soluciones viables. Creemos que los pronunciamientos del Secretario General de la Organización de los Estados Americanos, Luis Almagro, son equivocados y agudizan la crisis al promover la división sin aportar salidas que reconozcan a todos los sectores.
Rechazamos toda intervención abierta o soterrada de potencias e intereses extranjeros de triste recordación en América Latina. Los problemas de Venezuela deben resolverlos los venezolanos mediante el amplio diálogo y la negociación, en un clima de paz y respeto, con el acompañamiento solidario de los demás pueblos del Continente y del Mundo. Pretender aprovecharse de la situación o, peor aún, echar leña al fuego es absolutamente condenable.
Guayaquil, 8 de mayo de 2017
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Agradecemos la amplia difusión de esta iniciativa
Foto CDH / 8.11.2008