El Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH) expresa su preocupación por los incidentes ocurridos el lunes 15 de septiembre del 2014, aproximadamente al mediodía en la Plaza San Francisco en Guayaquil, en los que varias mujeres activistas de la comunidad LGBTI fueron agredidas por su orientación sexual por parte de transeúntes, sin gozar de protección de agentes de la Policía Nacional presentes en el lugar.
Anotamos que horas antes de los incidentes, varias parejas de activistas participaron en el inédito trámite de reconocer su unión libre en la cédula de identidad otorgada por el Registro Civil. El trámite gozó de amplia cobertura mediática por su significación en el ejercicio de Derechos Humanos de parejas del mismo sexo.
Diana Maldonado y su pareja Maribel Serrano, activistas del Observatorio Ecuatoriano de Derechos Humanos, Colectivos y Minorías, luego de recibir el documento de identidad, caminaron una cuadra hasta la Plaza San Francisco donde, junto a otras activistas, tenían programado realizarse una sesión de fotos particulares.
En esas circunstancias, varios transeúntes insultaron y realizaron gestos obscenos en contra las mujeres activistas. Momentos después, y considerando que el número de transeúntes agresores iba en aumento, llegaron aproximadamente 8 Policías Nacionales que pidieron a las activistas el “permiso para tomarse fotos” y que si ellas no se retiraban del lugar, ellos no podían garantizarles su seguridad. Los policías manifestaban esta amenaza mientras las activistas recibían insultos y objetos lanzados por otros ciudadanos.
Finalmente la policía trasladó a Diana Maldonado, Joselyn Ortiz y a José González a la Unidad Judicial para Delitos Flagrantes de sector de La Valdivia sin establecer claramente quienes eran ofendidas y agresores. Al final de la tarde, en la Audiencia de Juzgamiento, José González se declaró culpable de las agresiones y el Juez de Garantía Penales resolvió la prisión de 15 días de José González y su tratamiento psicológico.
El CDH expone las siguientes preocupaciones:
- Resulta condenable las expresiones espontaneas de intolerancia frente a manifestaciones de afecto simple entre personas del mismo sexo en espacios públicos registradas en este incidente y que nos convoca a reflexionar sobre principios de convivencia y ejercicios de Derechos Humanos, más allá de los avances normativos.
- Es preocupante el rol de los agentes de la Policía Nacional en las circunstancias narradas. No cabe justificación para que un funcionario público: ignore el ejercicio de Derechos Humanos y libertades en el espacio público por parte de población vulnerable; no actúe ante expresiones de intolerancia y tratos discriminatorios; y niegue protección a personas amenazadas con sufrir actos violentos.
Llamamos la atención, en primer lugar, a la fuerza pública sobre el significado de este incidencia y la formación que reciben los funcionarios para intervenir en hechos de esta naturaleza. Consideramos que frente a agresiones a Defensores de Derechos Humanos, como las sufridas por Diana Maldonado, las entidades del Estados deben comprometerse hacer un llamado público para prevenir la agudización de estos ataques.
Guayaquil, septiembre 17 del 2014
Billy Navarrete Benavides
Secretario Ejecutivo del CDH
Ver video: https://www.youtube.com/watch?v=kj6YMGGYYGM&feature=youtu.be