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Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos

40AnosHistoriaCDH

 

 

En la segunda mitad del siglo XX se opera la transición del Ecuador semi feudal hacia una relativa modernización capitalista de la economía y de la sociedad. La rígida estructura de clases heredada de la Colonia empieza a resquebrajarse bajo el impulso de vigorosas luchas sociales tanto en las ciudades como el campo, en este último caso con la implantación de reformas agrarias muy imperfectas en 1964 y 1973 impulsadas por un poderoso movimiento campesino en la Costa y campesino-indígena en la Sierra, que transfirieron parcialmente la propiedad de la tierra y abrieron paso a una formación social nueva que intentaba dejar atrás esa caduca estructura de clases.

 

Tales procesos se reflejaron en el ámbito superestructural y en los años 1978-79 salimos de un largo ciclo empezado con la fundación de la República, en el que se alternaron dictaduras militares con gobiernes civiles, la mayor parte de ellos de composición oligárquica, con la elección de un Presidente cuya juventud reflejaba el anhelo de cambio social por parte de sectores medios y populares cada vez más educadas. Mediante un proceso aproximado a un ejercicio democrático se puso en vigencia una Constitución más moderna y democrática que cualquiera de las anteriores pasando a manos del Estado la propiedad y explotación de recursos naturales, concediendo el derecho a votar a los analfabetos , medida que abrió paso para la aparición en el escenario socio-político a un masivo y poderoso Movimiento Indígena.

 

Pero el asesinato del Presidente Roldós –que conmovió al País y al Continente- frustró el proceso de cambio social tibiamente iniciado. Su gobierno aparecía como abanderado de políticas claras y valientes en defensa de los Derechos Humanos frente a las cruentas dictaduras auspiciadas por sucesivos gobiernos de los Estados Unidos para combatir supuestamente el avance del comunismo desatado por el triunfo de la Revolución Cubana, y al mismo tiempo enfrentaba con poco éxito el embate de las oligarquías criollas que le hacían feroz oposición. A su muerte accedió al poder un régimen político de signo contrario que hipócritamente escondía su verdadero carácter y por ello enfrentó fuerte resistencia popular. Tuvo gran importancia la formación del Frente Unido de los Trabajadores-FUT , potente coalición de las tres mayores Centrales Sindicales, a la cual se sumaron rápidamente diversas organizaciones sociales y populares así como sectores políticos democráticos de izquierda y de centroizquierda, estudiantiles, de mujeres y otros.

 

El FUT no fue simplemente un mecanismo de acuerdos sindicales sino un fundamental punto de confluencia de intereses populares. Bajo sus banderas se cobijaron las más diversas reivindicaciones sociales y devino en centro de sus movilizaciones. Convocó a tales movilizaciones y paralizó al Ecuador con las huelgas nacionales que organizó. La de 1982 fue particularmente masiva y el Gobierno respondió declarando estado de emergencia y desatando intensa persecución contra dirigentes sindicales, políticos de izquierda y luchadores sociales. Entonces nació el CDH.

 

El CDH fue creado como mecanismo para defender las libertades públicas empezando por las personales de quienes participaban en las movilizaciones y protestas y fueron reprimidos física y legalmente utilizando lo que hoy se llama “law fare”, la utilización del aparato judicial del Estado para acusar legalmente a opositores. Por eso se lo llamó originalmente “Comité por la Defensa delos Derechos del Pueblo”. Para integrarlo se juntaron profesionales, dirigentes obreros, maestros y estudiantes universitarios de la Estatal y la Católica (incluyendo al Rector de la Universidad de Guayaquil) ; un grupo de futuros arquitectos que formaban el “Taller 77” en la Católica cumplió un valioso papel organizador y promotor. Pronto el Comité se destacó y pasó a cumplir destacado rol de apoyo a las luchas sociales y también fue objeto de amenazas y represión a lo largo de los agitados años 1982, 83 y siguientes. Cuando se convocó a elecciones en 1984 vimos la necesidad de formalizar su existencia legal y presentamos el borrador de estatutos al Ministerio correspondiente donde objetaron su denominación pues la Constitución vigente prohibía “…presentar peticiones a nombre del Pueblo…”, pasando a llamarse con su nombre actual.

 

En todos estos años, el CDH sigue fiel a su vocación declarada: Defender los Derechos Humanos es defender los Derechos del Pueblo, y así seguirá siempre. Lo reafirmamos solemnemente.

 

Guayaquil, 28 abril 2022

 

Doctor Fernando Gutiérrez Vera
Presidente del CDH