El Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, la Defensoría del Pueblo del Ecuador, el Centro Ecuatoriano para la Promoción y Acción de la Mujer, Jubileo 2000 – Red Guayaquil y el Movimiento Humanista conmemoraron el Día por la Paz y la No Violencia el martes 21 de septiembre 2010 desde las 9h00 y las 13h00 en el Parque Centenario, Pedro Moncayo y 9 de Octubre.
Al acto asistieron estudiantes de la escuela Calixto de Borja, del colegio de La Asunción y del Francisco Huerta Rendón y se pintó colectivamente un mural de tela de aproximadamente 10 metros con la leyenda “Paz = Futuro” extendido en la acera del parque. Simultáneamente varios jóvenes con guitarras entonaron canciones alusivas a la Paz.
En la calle Pedro Moncayo grupos de chicos con carteles aprovechaban la luz roja del semáforo para exhibir carteles y entregar volante preparada para el acto.
El Día Internacional de la Paz, que se celebra todos los años el día 21 de septiembre, es una convocatoria mundial para el cese del fuego y la no violencia proclamado por las Naciones Unidas en 1981.
Cuando pensamos en la Paz, lo primero que se nos ocurre es la ausencia de guerra. Pero la Paz es mucho más que eso.
La Paz implica preparar el terreno para que no surjan circunstancias que la puedan poner en peligro.
La Paz necesita de la tolerancia, de la justicia, de la igualdad, de la solidaridad, y también de la responsabilidad de los gobernantes, quienes tienen el destino de los pueblos en sus manos, para tomar decisiones acertadas que hacen al bien común.
La Paz se nutre de las buenas intenciones, de la educación, de la comunicación, del compromiso, del respeto.
La Paz se hace presente en cada momento del día, en el pan en la mesa, en la dignidad del trabajador que gana su sustento honradamente, en el trato cordial de un empleado público, en los jóvenes que se preparan para ser personas de bien, en el vuelo migratorio de las aves, en un niño que aprende a cuidar un árbol, en un abuelo que sonríe, en la primera siesta de un bebé, en la evolución del ser humano hacia su destino superior, en el progreso de la ciencia aplicada a la sanación, en el respeto por la Madre Tierra, por lo sagrado, por el río, por nuestros hermanos animales, por los primeros habitantes de estas tierras, por nosotros mismos...
Todo eso es La Paz...
recordemos:
La ausencia de guerra no significa vigencia de Paz. La Paz se construye sobre derechos y libertades fundamentales.
Es falso que la violencia esté genéticamente programada en la naturaleza humana. La violencia no se inscribe ni en nuestra herencia evolutiva ni en nuestros genes.
La guerra es un fenómeno de la cultura humana. La cultura de la violencia es un ejercicio de poder que puede transformarse en Paz y Derechos Humanos.
La violencia trae siempre más violencia y empieza en el alma de los seres humanos.
Digamos, “Paz = Futuro”.