El lunes 10 de Diciembre de 2018 se realizó la tradicional Marcha y Festival por el Día de los Derechos Humanos en Guayaquil. En esta ocasión, la celebración global tuvo un significado mayor por cumplir 70 años Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamada por las Naciones Unidas.
Nos reunimos a las 9h30 en el Parque Centenario, en la acera de Lorenzo de Garaicoa, e iniciamos a caminar por la Avenida Nueve de Octubre acompañados de tres bandas de música de colegios de la ciudad. La marcha estuvo compuesta de cuatro bloques temáticos: el primer bloque con el tema “la Diversidad Humana” integrado por organizaciones de derechos de mujeres, niños, niñas, adolescentes, organizaciones por la diversidad sexual, colectivos de culturas juveniles, personas con discapacidad, migrantes, refugiados, agrupaciones de fe, artistas, otros.
El segundo bloque con el tema “Derechos de la Naturaleza, ecología y protección animal” que junte a las organizaciones que promueven el cuidado ambiental, la protección a animales de compañía, la fauna y flora urbana y marina. El tercer bloque de la marcha integra a organizaciones que trabajan sobre “ el derecho a la vivienda digna, el derecho a la ciudad y usuarios de servicios públicos”. Finalmente el cuarto bloque “Colectivos, Pueblo y Nacionalidades” contará con delegaciones de pueblos montubios, afrodescendientes, indígenas y pobladores de Monte Sinaí, Trinitaria y Casas Colectivas.
La marcha llegó a la Plaza San Francisco e iniciará Festival artístico con la intervención del duo “Damas de Hierro”, Jackson Jickson y Kalua, el grupo de danza afro del Centro Juanito Bosco, el flash mob por la Causa Palestina, el grupo de teatro “Luchas y Deseos” y la Orquesta de Salsa ColomboEcuatoriana.
Paralelamente en la plaza se contó con exposición fotográfica de Edu León sobre el éxodo venezolano en Ecuador y carpas informativas sobre movilidad humana, género, infancia, protección animal y pueblos.
Este 10 de diciembre inicia conmemoración de los 70 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y debemos celebrarlo con el propósito de destacar la trascendencia de este documento histórico, que proclamó los derechos inalienables inherentes a todos los seres humanos, sin importar su raza, color, religión, sexo, idioma, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, propiedades, lugar de nacimiento ni ninguna otra condición.
Gracias a este documento —que con sus versiones en 500 idiomas se ha convertido en el más traducido del mundo— y el compromiso de los Estados con sus principios, la dignidad de millones de personas se ha visto fortalecida, y se han sentado las bases de un mundo más justo. Aunque aún quede camino por recorrer para que las promesas que encierra se cumplan plenamente, el hecho de que haya perdurado en el tiempo es prueba inequívoca de la universalidad imperecedera de sus valores eternos sobre la equidad, la justicia y la dignidad humana.
